Diferentes autores mantienen la existencia de una memoria traumática de la experiencia del nacimiento siendo importante en la estructura del psiquismo humano. Esto contradice otras posturas más deterministas que niegan la existencia de memoria cognitiva en el feto humano.
Otto Rank, discípulo de Freud, en su obra “El trauma del nacimiento”, difiere de las ideas de su maestro al mantener que el trauma más importante en la vida del ser humano no es el Complejo Edípico sino el trauma del nacimiento.
Stanislav Grof, psiquiatra de origen checo, en una intensa e increíble investigación describe y cartografía espacios profundos y dimensiones de la psique humana relacionados con la experiencia traumática del nacimiento biológico no conocidos o no entendidos, como critica Grof, por la rígida psicología y psiquiatría determinista mecanicista-newtoniana.
Con una formación psicodinámica freudiana, investiga con los nuevos fármacos de la época como el LSD25 para el tratamiento de la esquizofrenia.
Huyendo de la represión comunista, marcha a EEUU y acaba siendo jefe de investigaciones en el Maryland Psychiatric Research Institute de Baltimore, donde continúa con su trabajo de investigación experimental.
Descubre en el LSD25 un potente catalizador en la psique humana que conduce a un interesante estado artificial de psicosis, haciendo emerger en los pacientes unas dinámicas desconocidas y profundas de la psique. En las sesiones experimentales observaba que los pacientes alcanzaban estados no ordinarios consciencia (ENOC) y que en ellos se podían observar espacios y aspectos comunes de la psique entre los diferentes pacientes.
Grof se da cuenta que el mapa freudiano se queda pequeño ante las observaciones y descubrimientos en su investigación, y se encamina a describir una cartografía ampliada de la psique humana desconocida hasta el momento.
En sus investigaciones observa que existían diferentes fases en las sesiones experienciales:
Una primera fase, con experiencias de tipo estéticas, colores, luces, sensaciones sensitivas, etc. (ya conocidas por el consumo de sustancias lisérgicas que se estaba produciendo en los años 60 marcada por la convulsa sociedad americana de la época).
Una segunda fase, hacía emerger material del inconsciente individual, que podían encontrarse descritas en la teoría y clínica psicodinámica. Traumas, experiencias de primera infancia, complejos, etc., es decir, material biográfico.
En una tercera fase, el proceso se volvía más intenso, al acceder al inconsciente profundo más allá de lo biográfico, cerca de lo expuesto por Rank años antes, pues los pacientes reexperimentaban vivencias del nacimiento, con experiencias de angustia, lucha, dolor, sufrimiento, sentirse oprimidos por los procesos del parto, etc.
Los problemas políticos y sociales suscitados por el uso y consumo de sustancias en esos años dirigidos desde la más absoluta inconsciencia, llevan a Grof a desarrollar junto a su esposa Christina un método de autoexploración sin el uso de ninguna sustancia, lo llamaron: RESPIRACIÓN HOLOTRÓPICA©
La respiración holotrópica© se trata básicamente en tumbarse en una colchoneta en el suelo, y se realizan respiraciones cada vez más profundas hasta entrar en una hiperventilación, acompañada de músicas evocativas, la persona puede respirar de dos a tres horas.
Técnicas de activación por respiración pueden observarse en otras tradiciones. La técnica desarrollada por Grof y Christina obtenía los mismos efectos y resultados que los investigados con sustancias catalizadoras.
De esta manera, Grof profundiza en la última fase y llama a este nivel: experiencias PERINATALES o nivel PERINANATAL.
Grof concreta el material investigado describiendo que existirían 4 MATRICES PERINATALES o 4 fases principales en el proceso del nacimiento y que en algunas de esas fases existiría una memoria traumática condicionando y conformando la base de la estructura de la personalidad, una memoria que al ser revivida experiencialmente producía importantes desbloqueos emocionales y corporales obteniendo sorprendentes curaciones en neuróticos y psicóticos.
Describe así las 4 matrices:
MPB1 (primera matriz perinatal).-
Es el momento inicial del parto donde el bebé está en una unión simbiótica con la madre. Es el “estado oceánico” que describió Freud.
Este equilibrio natural se rompe por las señales químicas y mecánicas del útero. Se vive como una amenaza para la propia vida. En el trabajo experiencial se observan vivencias de sentimientos paradisiacos en su aspecto positivo o en el negativo como peligros subacuáticos e inhóspitos. Grof lo relaciona con estructuras paranoico-hipocondriaco-claustrofóbico.
MPB2 (segunda matriz perinatal).-
Es el inicio del parto propiamente dicho, el cuello del útero está cerrado todavía, la vivencia de angustia es terrible, de no tener salida, momento de agonía y de alarma, de mundo oscuro y amenazador, se da una lucha titánica por sobrevivir, experiencias de ser tragado por una espiral o remolino destructivo o ser engullido por un monstruo horrible, experiencias de claustrofobia y existencia vacía de significado.
Grof lo relaciona con estructuras de psicosis esquizofrénicas, depresiones endógenas, drogadicción.
MPB3 (tercera matriz perinatal).-
Es el momento del parto en el que el cuello del útero ya está dilatado, preparando la expulsión del feto. Hay una lucha por la supervivencia, en contacto con material biológico. Lucha destructiva, con descargas y consumo de grandes cantidades de energía perinatal. Existe un componente sexual relacionado con el sufrimiento y la vivencia de muerte en un contexto de amenaza vital. Vivencias profundas de estar en el purgatorio, de alma en pena.
Relacionado en su aspecto negativo con el sadomasoquismo, el autosacrificio, la violencia, la perversión, el asesinato.
MPB4 (cuarta matriz perinatal).-
Es el nacimiento en sí. La cabeza es expulsada, sale el resto del cuerpo y culmina con el corte del cordón umbilical. Sensaciones de alivio y relajación, pasar de la oscuridad a la luz, nueva existencia. Vivencias de fuego redentor como el Ave Fenix
Se dan aquí las llamadas experiencias de muerte-renacimiento. Todo el sufrimiento y la agonía vivida culminan y se mezclan con vivencias de éxtasis, en una experiencia de transformación a todos los niveles: físico, emocional, intelectual, moral y trascendental.
Se habla de muerte del ego, una destrucción de una estructura antigua de la personalidad para reestructurarse en una nueva, hacia el nacimiento de un nuevo ser. Una experiencia altamente transformativa.
Se describen vivencias de tipo transpersonal: de luz blanca, de redención absoluta, arco iris, cola de pavo real, salvación, iluminación o samadhi, imágenes arquetípicas de contenido religioso.
A este nivel se viven innumerables e indescriptibles experiencias de corte místico y religioso, que pueden encontrarse en la literatura de los grandes místicos de las antiguas tradiciones espirituales.
Este tipo de experiencias tiene un valor terapéutico inmenso e indiscutible. Procesos irresueltos, traumas, bloqueos, problemas psicosomáticos, etc., se resolverían en una integración de aspectos escindidos por la consciencia hacia una unidad integrada superior.
Podemos observar como el trabajo de Grof describe perfectamente un proceso caótico disipativo, con sus fases SIB: sensibilidad, inestabilidad y bifurcación resolutiva. (leer artículo anterior Caos y psicoterapia)
Grof aporta al mundo de la psicología una cartografía ampliada de la psique más allá del espacio biográfico adentrándose en las dimensiones más desconocidas y misteriosas del ser humano como son el nivel perinatal y transpersonal. Las experiencias en el nivel perinatal supondrían una intersección, una bisagra entre el nivel que describe la psicología individual y el nivel transpersonal.
Grof propone un nuevo modelo de la psique no supeditado al determinismo materialista que niega el mundo espiritual y el sentido de totalidad de la existencia. Es uno de los investigadores que han sentado las bases de la Psicología Transpersonal junto a Maslow, Wilber, Johan Halifax, Claudio Naranjo, Charles Tart, etc.